jueves, 11 de diciembre de 2014

La última copa




Con una bonita sonrisa, ella les escucha de verdad aunque ellos solo le escupan mentiras  cargadas de culpas de esposas, madres o jefes. Apenas se moja los labios con el liquido amargo del olvido que vierte en sus copas, lo suficiente para no desentonar. Pobrecitos.
Solo espera que algún día aparezca entre ellos uno que la reconozca.

-Hola. ¿Tienes algo sin alcohol?

Nerviosa siente esa voz que la atrapa al instante y sabe que ha llegado el momento. Sin apartar la mirada del hombre, busca bajo la barra y saca una botella de un rojo intenso y brillante.

-Si. Tengo sangre.

-Pues ponme una copa -dice el mientras se relame. 

Ella obedece temblando mientras el líquido espeso va cayendo gota a gota. El no puede esperar mas, salta por encima del mostrador, la atrapa en sus brazos y muerde con pasión el cuello blanco y dispuesto. Entonces los  dos desaparecen juntos lejos de allí dejando a todos esos bobos plantados sin entender lo que ha pasado.

Sobre la barra teñida de rojo la policía descubre pegada la sonrisa y un diente de la camarera mientras un cliente borracho les cuenta que su novio era un tipo celoso.







Susana Ugarte Gonzalez
susanaugarteg@gmail.com

1 comentario:

  1. Muy bueno. Me he perdido leyéndolo, pero creo que es más por el bullicio de mi casa que otra cosa. Estupendo comienzo.

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