jueves, 28 de mayo de 2015

Dragones y princesas

La tarde es apacible con ese encanto que el otoño ofrece y que invita a recogerse, parar y meditar. La madre camina despacio pero con cada paso intuye que algo no va bien.Al fondo del parque la atracción desentona inquietante envuelta en colores agresivos y luces parpadeantes.La niña sin embargo, no lo siente así. Colgada de la mano adulta, hipnotizada, se acerca con pasos cortos y la mirada fija en una fila de vagones parados.Junto a la plataforma esta la taquilla, una diminuta caseta decorada con la figura desproporcionada de una princesa que alberga a una también diminuta señora de edad indeterminada con atuendo y cabello negro recogido en un moño.La niña mira a su madre implorante y la madre mira a la señora que mantiene un gesto de apatía  encerrada en su casita de colores, como si estuviese allí sólo para evitar que alguien se aventure a emprender el viaje.El dragón de oro, bajo un rótulo de letras gigantescas, espera tranquilo que la niña termine de convencer a su madre.-Un viaje mamá, por favor!Desde su refugio, los ojos oscuros miran el billete con indiferencia  mientras unas manos diminutas empujan una ficha color fucsia. La niña no puede apartar la vista de la princesa dibujada en la casita .-Vamos, mama!La maquina empieza a funcionar y el ruido de sus engranajes derrota al suave sonido del viento haciendo remolinos con las hojas caídas.La madre ve alejarse con angustia la rubia cabellera de su hija engullida por el dragón y en ese mismo instante descubre que en la casita , la señora también la sigue con la mirada.La taquillera no sabe en que momento descubrió que la princesa no era tan bella y que jamás encontraría un dragón dorado.No sabe cuando salió de la boca del dragón y siguió dando vueltas sin fin convertida en esposa, madre, trabajadora, madre, trabajadora....De pronto el dragón se detiene.- Otra vuelta mama!Las dos mujeres se miran . ¿Cuantos minutos, años, vidas..han pasado?-No cariño, otro díaEl viento vuelve a hacer remolinos en el suelo mientras madre e hija se alejan y la taquillera desaparece en su casita de princesa.

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