Nada en el frigorífico igual que ayer ,
absurdo mirar . En el banco de alimentos no dan perecederos que, en cualquier
caso, no habría sabido cocinar. Sin embargo, el hambre no es lo peor. La engaña
con vino de tetrabrik pero la dignidad…esa había perecido hace mucho tiempo.
Pasea hasta el centro de la ciudad apenas
iluminada al anochecer hasta llegar a sus antiguas murallas. Hace frío pero la
piedra tiene un tacto agradable , sólida y firme resistiendo este y otros
tiempos, recomponiéndose siempre de sus derrotas y ahí seguía hoy, mudo testigo
de una mas.
Sentado sobre el muro, deja que sus piernas cuelguen en el vacío.
Abajo el paisaje de siempre: coches que nunca conducirá, chicas a las que nunca cogerá de la cintura caminando junto al río.. nada era ya para él.
Abajo el paisaje de siempre: coches que nunca conducirá, chicas a las que nunca cogerá de la cintura caminando junto al río.. nada era ya para él.
Un pensamiento tonto le viene a la mente en
ese dramático momento. Mete la mano en la chaqueta extrayendo del bolsillo un
papel arrugado, coge el móvil y teclea .
Un golpe de viento y las dos manos ocupadas de un único
acertante se descontrolan, manotean en el aire intentando retener el maldito papel
mientras el cuerpo se lanza al vacío persiguiendo su fortuna. El billete se
toma su tiempo y va cayendo suavemente. Seis números en una sola apuesta quedan
pegados junto a él en un gran charco de sangre .
Las últimas frases son descomunales. Vaya destino, vaya suerte irreparable y anecdótica. Muy directo y a la vez con sentimiento, Otra muerte que necesita aplausos en la ficción y por la que dolerse hasta el infinito en la realidad. Abrazos y muchas gracias por participar. Creo que el nivel está muy pero muy alto...
ResponderEliminarNo te has querido manchar las manos de sangre con un asesinato.
ResponderEliminarHas dejado al azar y al destino la muerte de tu personaje.
está muy bien